En las montañas de Jeseníky, 25 km al norte de Šumperk, se encuentra una maravilla industrial: Dlouhé Stráně, la central hidroeléctrica reversible.
La central Dlouhé Stráně, que alberga las turbinas de agua reversibles más grandes de toda Europa, tardó casi 20 años en construirse, y las obras se extendieron hasta 1996.
Todos los que acudan al evento de los Días de corte 2017 tendrán la oportunidad de contemplar este emplazamiento único, además de aprender sobre los productos de Dormer Pramet para segmentos específicos, incluido el sector de la generación de energía.
Esta central eléctrica consta de dos acumuladores, uno de los cuales está ubicado en la cima de la montaña Dlouhé Stráně, a una altitud de 1350 m, y cuenta con una enorme gruta subterránea para las turbinas.
La gruta, cuya visita está prevista en el recorrido, alberga dos turbinas reversibles Francis de 24 m de altura, con una potencia de 325 MW cada una.
¿Sabías qué...?
El asfalto que se usó para aislar el acumulador superior se importó de Albania y debe resistir temperaturas entre -30 y +60 °C.
También es posible acceder al acumulador superior a través de un túnel de servicio excavado dentro de la montaña de unos 2400 pasos (aprox. 1800 m).
La central eléctrica costó 6,5 billones de coronas checas y se tardó únicamente siete años en recuperar dicha inversión.
El acumulador superior tiene un volumen total de 2,7 millones de metros cúbicos, mientras que el volumen del acumulador inferior es de 3,4 millones de metros cúbicos.
La gruta de turbinas mide 87,5 m x 25,5 m x 50 m y se encuentra muy adentrada en la montaña.
La central eléctrica subterránea está conectada con el acumulador superior mediante dos tuberías de suministro de 3,6 m de diámetro y una longitud de 1,547 m y 1,499 m respectivamente.
Radek Hudos